Este año el cambio de hora coincide en plena Semana Santa, y la entrada del horario de verano restará una hora a los días de vacaciones. De este modo, a las 02.00 horas de la madrugada del sábado 30 de marzo al domingo 31 los relojes deberán cambiar a las 03.00 horas. Un cambio que implica que el sol saldrá de manera más tardía, es decir, con mañanas inicialmente más oscuras mientras que se retrasa la puesta de sol, lo que implica tardes más largas.

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Operación salida de Semana Santa: viajeros en la estación de tren de Pamplona Iñaki Porto

Según la doctora María Consuelo Vilasánchez, psicóloga, “el cambio de hora puede afectar más a nuestra salud de lo que parece. Nuestros ritmos biológicos tienen que reajustarse al nuevo horario, aunque sea solo de una hora, y eso repercute en nuestro organismo”. “Todas nuestras rutinas diarias deben ser amoldadas a una nueva hora tras el cambio horario. Para ello, en el proceso de adaptación, es importante seguir con nuestras rutinas habituales y cotidianas, es decir, no emprender actividades nuevas”.

Para que dicha adaptación sea lo más llevadera posible, Vilasánchez ofrece una serie de consejos. “Es vital no agobiarse, si los primeros días nos sentimos más irritables, cansados o somnolientos, veámoslo como algo temporal que durará unos días hasta que nos adaptemos. Para ello, podemos hacer actividades relajantes que nos hagan sentir mejor, como la meditación o el yoga”, asegura.

Una persona mayor pela una naranja.

También recomienda adoptar dicho cambio gradualmente. “Sería bueno que antes fuésemos modificando nuestros horarios de comidas. Para ello, podemos empezar por un cuarto de hora antes, luego media hora, luego tres cuartos… y así sucesivamente. Esto es especialmente importante en bebés y personas mayores, que son quienes más lo sufren. Asimismo, podemos tomar una dosis extra de frutas y verduras, que nos harán sentirnos con más energía”.

Un consejo básico que proporcionan los especialistas es cuidar el sueño pre y post cambio horario. “Tendremos que irnos a dormir antes, así que para tener sueño por la noche podemos evitar las siestas los primeros días. También debemos evitar bebidas estimulantes”, indica

Junto a ello, pide que se eviten también las actividades estimulantes justo antes de ir a dormir: “No es recomendable la utilización de móviles o tablet. Sin embargo, continuar con una buena rutina de ejercicio diaria es 100% aconsejable durante el día”.

Finalmente otras indicaciones rutinarias pero no por ello menos importantes son disfrutar de la luz natural al aire libre y, por supuesto, preparar el sueño.

¿Qué es mejor?

Cambio sí o no. La Sociedad del Sueño está a favor de la erradicación del cambio estacional y recomienda adaptar el horario de invierno. Sin embargo, la mayoría siguen prefiriendo mantener el horario de verano.

Más saludable. El horario de invierno es más saludable ya que están más sincronizados la salida de la luz solar y el inicio de nuestra jornada laboral. Durante el horario de invierno, nuestros ritmos biológicos se adaptan mejor. Además, dormimos más y empezamos nuestra jornada al amanecer.