Ni escupen, ni pican ni son venenosas, “como se cree falsamente”. En cambio, “debe ser considerada como un animal totalmente inofensivo y muy beneficioso para los seres humanos por su alimentación insectívora. Son unas grandes aliadas”. El naturalista Daniel García Mina se propuso saber más sobre la salamanquesa común (Tarentola mauritanica) y ha compartido en su blog avistadepajaros.wordpress.com una investigación de este “pequeño dragón” de hábitos nocturnos, muy presente en fachadas y cerca de puntos de luz. 

El objetivo de su proyecto de ciencia ciudadana era que “seamos capaces de valorar un poquito más a esta pequeñaja tan mal vista y con tan mala prensa”. Y se llevó una “grata sorpresa”, ya que “está mucho más extendida y es mucho más común de lo que me podía imaginar. Los datos son increíbles, y a modo de conclusión podemos decir que está muy establecida en toda Pamplona y toda la Cuenca de Pamplona”.

Salamanquesa en un portal del Casco Viejo. DANIEL GARCÍA MINA

Varios avistamientos el pasado verano en el Casco Viejo llevaron a Daniel a preguntarse “dónde tenemos salamanquesa en Pamplona y en qué zona la podemos ver con facilidad”.

A través de redes sociales y pidiendo información de avistamientos en colectivos y grupos de WhatsApp, “han sido más de 250 personas las que me han pasado información de este bicho, con más de 400 localizaciones. Impresionante la cantidad de salamanquesas que tenemos en Pamplona y que es, creo, bastante desconocida”.

Porque hasta ahora, comenta García Mina, “teníamos muy pocos datos, y el libro Anfibios y reptiles de Pamplona del Ayuntamiento de Pamplona citaba a la salamanquesa diciendo: ‘En Navarra se ha internado en el interior de la provincia, alcanzando Pamplona y localidades satélites, como Barañáin… ya se conocen poblaciones estructuradas en algunos barrios, entre ellos el Casco Viejo y Rochapea’”.

El mapa de Pamplona con las zonas de avistamiento más destacadas. DANIEL GARCÍA MINA

El mapa de Pamplona. DANIEL GARCÍA MINA

Presencia en Pamplona

La salamanquesa común, apunta García Mina, está “muy ligada al hombre, y es abundante en pueblos e incluso en grandes ciudades como Pamplona. Aquí se encuentra en fachadas, tejados, patios interiores, muros, construcciones abandonadas… Usa cualquier rendija para descansar de día, y sale a las noches a fachadas, para con la ayuda de las farolas cazar insectos que se acercan a la luz. Sabía que estaba muy presente, pero analizando y con datos me he dado cuenta de que es mucho más común de lo que podía pensar”.

Salamanquesa en una farola. DANIEL GARCÍA MINA

A partir de todas las aportaciones que ha recibido –y que agradece– Daniel ha elaborado un mapa de la ciudad que muestra que su presencia es “muy abundante, sobre todo en la zona norte, curiosamente la más cercana a la estación de tren, y donde seguramente los edificios son más antiguos y pueden tener más cobijo, como el claro caso de las casitas pequeñas de la Txantrea”.

Los datos son “simples recopilaciones de ubicaciones (desde el año 2020), pero seguramente habrá forma mejor de estudiar a la especie”, reconoce.

“Puede que mi círculo social esté más en la zona norte de la ciudad y por ello me haya llegado más información; que en zonas de edificios altos, como el Ensanche, estén más altas y sea más complicada su detección; que en polígonos industriales prestemos menos atención; que en los barrios del norte halla casas más antiguas en las que las salamanquesas encuentren mejores refugios... Puede haber mil opciones, por eso yo abro el melón de la salamanquesa en Pamplona”, cuenta.

Y dice que le ha resultado curioso las escasas citas de San Jorge, “zona cercana a la estación de tren y en la que yo pensaba que iba a haber muchas más. Por el contrario, parece está mucho más extendida en Rotxapea, Txantrea, Casco Viejo y Ansoáin”.

Tres salamanquesas, vecinas de la Txantrea. DANIEL GARCÍA MINA

Presencia en Navarra

A nivel de Navarra, Daniel también ha creado un pequeño mapa en el que puede observarse que la especie “está muy extendida en la zona sur de la Comunidad, donde es muy abundante y no falta en ningún municipio. Hacia el norte, va disminuyendo, y ya más al norte las citas son escasas. El clima es más frío y más húmedo, y eso supongo que complica su presencia en invierno”.

El mapa de Navarra con la presencia de la salamanquesa elaborado por Daniel García Mina. DANIEL GARCÍA MINA

La especie:



-Gecko de manos de hoja. Daniel explica que este pequeño reptil, a diferencia de la mayoría de geckos que pertenecen a la familia de los Gekkonidae, pertenece a los geckos de manos de hoja (Phyllodactylidae).


-Tamaño y color. Con tamaños cercanos a los 20 centímetros, es el gecko más grande de Europa. Su coloración es muy variable y cambia de intensidad dependiendo de la luz que recibe su piel, y durante el día suele ser más oscura. Su cola es larga, y cuando la pierde (puede desprenderse de ella ante peligros), puede regenerarla. Las láminas adhesivas inferiores con pequeños ganchos bajo los dedos les permiten sujetarse a superficies muy lisas y trepar y desplazarse por superficies verticales (incluso por cristales).


-Actividad nocturna. Es un animal de actividad nocturna y crepuscular, aunque en ocasiones se muestran activas durante el día tomando el sol. Debido a que son de sangre fría y no pueden controlar su temperatura corporal, deben solearse o ubicarse a la sombra. Durante el invierno en muchos lugares hibernan.


-¿Dónde vive? Habita en edificios cerca de las luces, estructuras antiguas, casas abandonadas, ruinas, rocas, campos pedregosos o troncos de árboles, distribuyéndose por ambientes muy variados. Aunque no soporta el frío excesivo, no necesita mucho para vivir. Con tener refugio y abundante insecto para alimentarse, parece que le es suficiente.


-Una ‘polizona’ Su estrecha relación con ambientes humanos lleva a introducciones accidentales a zonas nuevas. Esa parece la manera en la que se expande: viaja como polizona y usa el transporte comercial en trenes, contenedores de mercancías, palés, barcas de alimentos... Incluso en algunos casos, parece que su presencia se debe a colonizaciones siguiendo líneas de ferrocarril. Pese a ser originaria del mediterráneo occidental, debido a las actividades comerciales se encuentra prácticamente por todo el mundo. Está muy expandida en el norte peninsular (teniendo en cuenta que las poblaciones más abundantes se encuentran en el centro, este y sur de la Península Ibérica). Tiene muy buena capacidad colonizadora.