El exjugador de Osasuna Manolo Mañú falleció esta mañana en el Hospital San Juan de Dios de Pamplona. El 27 de mayo hubiera cumplido 76 años. Era uno de los míticos futbolistas de aquel equipo de finales de los sesenta y principios de los setenta del pasado siglo que navegó entre la Segunda y la Tercera división. Como defensa actuaba con contundencia en el cuerpo a cuerpo, pero no carecía de argumentos técnicos, como lo demuestra el que fuera convocado por el entonces seleccionador español Ladislao Kubala para un entrenamiento. Tras un partido jugado en Burgos, de él escribió un diario de aquella ciudad: “Impuso respeto con su corpulencia y briosas entradas”. Una acertada definición.

Natural de Tafalla, Mañú se inició en la Peña Sport. En la temporada 1968-69 se incorpora a Osasuna. Hace su primera aparición en octubre de 1968 en un partido amistoso con la Real Sociedad en El Sadar (2-1), pero en la Liga no jugará hasta los últimos meses de la competición. En adelante será uno de los titulares habituales en defensa (y capitán) hasta el curso 1974-75. Ocupó las demarcaciones de lateral izquierdo y central. Se despidió del club tras la campaña de 1975-76, en la que solo jugó un partido. Posteriormente ficharía por el Lérida, para acabar su trayectoria en la Peña Sport.

Un momento álgido de su carrera fue cuando el 4 de marzo de 1971 fue convocado por Kubala para una preselección del equipo de España sub-23. Tenía entonces 21 años. No llegó a jugar con el combinado hispano. En junio de ese año, El Mundo Deportivo publicó que el Racing de Santander ofreció por su fichaje 800.000 pesetas y tres jugadores, pero la negociación no cuajó porque Osasuna pedía tres millones de pesetas. En los mejores años de rendimiento, su nombre también se asoció al deseo de otros clubes.

Sobre su fama de jugador duro, dijo en una ocasión: “Si dureza se llama a ir a por todas, arriesgando lo mío, entonces sí soy hombre duro. Ahora bien, si se pretende dar otra interpretación, no”. Por cierto, cuentan que la banda más próxima a los banquillo de El Sadar se la conocía en su tiempo como ‘la banda de Mañú’, porque en invierno el césped se helaba en esa zona sombría y el era el único que por su fortaleza no resbalaba y se mantenía en pie.

Mañú residía en su Tafalla natal, donde junto a su pareja regentaba el bar Buskil, cerca del Centro de Salud. La conducción de su cadáver al cementerio de la ciudad del Cidacos sera el miércoles a la una de la tarde, y el funeral, en la iglesia de San Pedro, a las 18.30 horas.