Parece como si la edad te hubiera robado todas las certezas, –dijo Altube–, mientras picábamos algo en el Jesús Mari. Lo de Sánchez había saltado por los aires hacía pocas horas pero la derecha ya apestaba a halitosis mental acusándolo de llorón y nenaza. Y así nos pilló el Sálvame de Sánchez; en medio de una ensalada “Errota”.

–De Pedro Sánchez no se puede esperar la rendición de un animal herido, –dijo Altube–, es un maestro del suspense; y esta escapada, travestida de romanticismo emocional, es parte de la estrategia de su propia restauración política. Sin embargo, yo sí creía a ese Sánchez enamorado y emocional del “hasta aquí hemos llegado” que va y se larga.

–Joder, –dijo Altube–, pues eso mismo les pasó a Irene Montero, Pablo Iglesias, Mónica Oltra, al Ajuntament de Barcelona y a miles de activistas de toda la vida. Y nadie pidió una Ley de Medios que controlara tanta inflación de mierda política sin consecuencias.

–Conste, –dijo Altube– que no estoy en el “ahí te jodas ahora Pedro Sanchez” pero ¿qué esperabas Pedro?, que tras años de manipulaciones jurídico-mediáticas que han alimentado el basurero del lawfare sin ningún tipo de castigo, algo así no se iba a colar en tu propia cama. Pero si hasta Jiménez Losantos, que lleva años enfangado en la política disruptiva, alardea de su incontinencia verbal a coste cero.

El sorbete de limón nos puso futuribles. Apostamos por uno. Pedro Sánchez dimite, María Jesús Montero se convierte en presidenta en funciones y trata de formar nuevo gobierno. El PSOE mueve todos sus resortes negociadores para consensuarla como candidata y presenta al rey su candidatura garantizando todos los apoyos actuales. Montero logra mayoría simple en la segunda ronda convirtiéndose en la primera mujer presidenta de España. Un golpe de efecto brutal mientras Pedro Sánchez canta bingo desde la presidencia del Consejo Europeo.

Hoy es lunes, a ver si acertamos.