Los huevos cocidos, los huevos duros, son una forma de cocinar este alimento básico que permite comerlos, transportarlos, conservarlos y utilizarlos en recetas con facilidad. Pero a veces su cocción presenta algunos inconvenientes, entre los que destaca el que la cascara que los cubre se raje y la clara se desparrame por el agua. Para evitarlo basta seguir una serie de pasos y no se romperá.

La cocción del huevo es algo muy sencillo, basta con poner en una cazuela con agua a hervir, meter los huevos dentro y en 10-12 minutos tanto la clara como la yema se habrán cuajado, se habrán solidificado. Sacarlos, dejar que se enfríen y pelarlos si se van a consumir o usar en alguna receta como ensaladilla rusa, huevos rellenos, o dejarlos tal cual apara conservarlos en el frigo o ponerlos en un recipiente para irnos de excursión.

Pelar los huevos puede ser muy sencillo. Freepik

Tiempo de cocción

El punto de cocción dependerá del tiempo que los tengamos en el agua hirviendo, pero más de los 10 minutos no es conveniente, porque aunque sean perfectamente comestibles, su textura y su color pueden no resultar atractivos. Para un huevo pasado por agua, con 3 minutos la clara y la yema estarán poco cuajadas, con 4, la clara estará algo más dura y la yema seguirá casi líquida. Estos huevos se sirven sin pelar. Para un huevo mollet, entre 5 y 6 minutos bastan para que la clara quede más cocinada, más hecha y la yema empiece a cuajarse, pero todavía untuosa y casi líquida. Con más tiempo clara y yema son sólidas.

Que no se rompa

Para evitar que la cáscara se raje o se rompa y se escape la clara, esto es lo que hay que hacer.

Utilizar huevos frescos. Estos suelen tener una la clara más compacta y una membrana interior menos permeable, lo que ayudará a mantener la integridad de su cáscara.

Atemperar el huevo. Se trata de evitar el choque térmico al meterlo en agua caliente, por lo que es mejor sacar los huevos de la nevera un rato largo antes de cocerlos. También hay quien aconseja meterlos en el agua fría y que se vayan calentando a la vez.

Pinchar la cáscara. Suena contradictorio, pero hacer un orificio evita que se rompa el huevo. Pero el agujerito no se puede hacer en cualquier sitio. Hay que hacerlo en el extremo más ancho del huevo. Es ahí donde se encuentra una pequeña bolsa de aire que al expandirse por el calor y chocar contra la yema y la clara cuajándose pueden hacer presión en la cáscara y romperla. De hecho, los cuecehuevos eléctricos cuentan con un pincho en el depósito de agua con este fin. La membrana de esta bolsa evita que la clara salga por el agujero.

Proporción olla-agua-huevos. Si hay que cocer varios huevos a la vez, utilizar una olla de buen tamaño y poner mucha agua, así tendrán suficiente espacio y se evita que con el borboteo los huevos se golpeen entre ellos o contra las paredes de la olla.

Añadir sal y vinagre. Poner en el agua sal y un chorrito de vinagre tiene dos objetivos. La sal hace que aumente la densidad del agua y da una protección adicional. El vinagre es, por si a pesar de todos se raja la cáscara añadir estos ingredientes al agua puede contribuir al fortalecimiento de la cáscara del huevo, el ácido hace coagular enseguida la clara que pudiera salir y se forme un tapón.

Cómo conservarlo

Y una vez cocido, ¿qué? Por seguridad alimentaria, en especial durante el verano y donde haga mucho calor, los huevos cocidos deben guardarse en la nevera. Es más, no hay que tardar más de dos horas en guardarlos. Solo hay que espera el tiempo suficiente para que se atemperen y no haya choque térmico.

Un huevo cocido puede permanecer en la nevera un máximo de una semana, siempre que se no se haya pelado, que no se le haya quitado la cascara. En este caso, hay que consumirlo en el día. Lo más adecuado es meterlos en un recipiente hermético y con una base de papel de cocina para que absorba la humedad o la condensación.

Si se opta por la congelación, solo la yema. La clara congelada queda muy gomosa y dura.