La plantilla de Dornier, gestora de la zona azul de Pamplona, se ha concentrado este sábado a las 13.00 horas en la plaza del Ayuntamiento de la capital navarra para denunciar la "venganza" de la empresa por las movilizaciones llevadas a cabo en favor de la negociación del convenio.

El comité, compuesto por LAB, ELA, UGT y CCOO, ha convocado una jornada de paro este 27 de abril para defender la recuperación de la pérdida del 12% de poder adquisitivo en los últimos años y la introducción de otras mejoras laborales en el convenio que está pendiente de negociar.

Elena Llanes, integrante del comité de empresa por LAB, ha señalado en declaraciones a los medios que no es que la empresa no se haya movido, sino que "ha habido represalias" tras la primera convocatoria de huelga.

Despido y falta grave

"Con el primer preaviso de huelga nos encontramos con el despido de un trabajador que tras 18 años ahora le dicen que no es apto para trabajar, cuando podría ocupar otros puestos. Esta semana abren una falta muy grave a un compañero por no poner un ticket en su coche, algo que hasta ahora se abría una falta grave que alegabas y se quedaba en una advertencia. Nos parece desorbitada la falta que se ha abierto y puede acabar en despido. Es una venganza de la empresa para amedrentarnos", ha explicado.

Según ha expuesto, la empresa "no ha movido ficha" y no les ha llamado. Esta jornada de huelga y protesta es para "seguir peleando por intentar desbloquear esta situación y negociar un convenio digno para todos los trabajadores".

El paro de este sábado se une al calendario de movilizaciones que ya comenzó la parte social este año: la plantilla secundó tres jornadas de huelga a finales de marzo -antes de Semana Santa-para exigir a la empresa que se sentara a "negociar de verdad" el convenio; y el miércoles 17 de abril hubo dos horas de paro.